3: El Extremo Oriente: China y Japón
-En 1945, al terminar Ia Segunda Guerra Mundial, China y Japón, los
dos grandes Estados de la región de Asia Oriental y el Pacífico, sufrían los
efectos de su participación en el conflicto. China, ocupada durante años por los
japoneses, vivía inmersa en una cruel guerra civil que desangraba al país.
Japón, derrotado y agotado por el esfuerzo bélico, permanecía ocupado por las
tropas de Estados Unidos y sometido a unas duras condiciones políticas y
económicas. Sin embargo, unas décadas más tarde, antes de terminar el siglo XX,
tanto China como Japón, con sistemas políticos muy diferentes, se habían
convertido en dos de las principales potencias económicas del mundo.
3.1. La Revolución china
-En 1912, después de una
revolución que derrocó al último emperador, China se convirtió en un República
dominada por el Kuomintang (Partido del Pueblo). En los años treinta, la
dictadura impuesta por el general nacionalista Chang Kai-chek encontró la oposición
del Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong, que supo movilizar a las
masas de campesinos pobres. Los partidarios de Mao, acosados por Kuomintang,
emprendieron una estratégica retirada por el centro del país, la Larga
Marcha.
-Durante la ocupación japonesa,
nacionalistas y comunistas se unieron para combatir a los invasores. Pero en
1945 volvió a estallar una durísima guerra civil que terminó, en 1949, con el
triunfo final de Mao y la proclamación de la República Popular China, un
régimen que imitaba el modelo soviético
El «Gran Salto Adelante»
-En las décadas siguientes, el
programa de la dictadura comunista, basado en la colectivización agraria y en
la nacionalización de la industria, produjo una transformación radical de un
país inmenso, con nueve millones de kilómetros cuadrados y más de quinientos
millones de habitantes. Los mayores esfuerzos se concentraron en el desarrollo
de la industria pesada y en la construcción de grandes obras públicas.
-En 1958, Mao puso en marcha el
«Gran Salto Adelante», una movilización general de toda la población que
pretendía aumentar la producción agrícola mediante la creación de miles de
comunas de campesinos que no tenían la propiedad de la tierra y que estaban
sometidas a una rígida regulación controlada por los comisarios del Partido
Comunista. El resultado no fue el esperado y durante unos años el país tuvo
tasas negativas de crecimiento económico.
-La Revolución Cultural
-En la década de los años
sesenta, China rompió relaciones con la Unión Soviética, acusada de desviarse
de la ortodoxia comunista, y siguió su propia vía hacia el socialismo. En 1966,
Mao, con el apoyo de una parte del ejército y de los estudiantes más radicales,
comenzó la llamada Revolución Cultural. Una campaña de movilización popular
contra el inmovilismo de los políticos y de los funcionarios y los excesos de
la burocracia, que acabó con millones de muertes, detenciones y deportaciones
al campo y en el que una parte importante de la vieja guardia del Partido
Comunista fue depurada.
-Los negativos resultados de la
Revolución Cultural provocaron un giro político: Zou Enlai, dirigente histórico
y primer ministro critico con ese proceso, forzó una apertura al exterior,
visible en el establecimiento de relaciones diplomáticas con. nuevos países
occidentales-, el ingreso de China en el Consejo de Seguridad de la ONU y el
reconocimiento diplomático por Estados Unidos en 1972.
La apertura internacional
-La muerte de Mao, en 1976,
abrió una nueva etapa en la historia del gigante asiático. Subió al poder una
de las víctimas de la Revolución Cultural, Deng Xiaoping, un defensor de la
liberalización económica y de la apertura internacional del régimen, que puso
fin al radicalismo vivido hasta entonces, y emprendió una serie de reformas con
el objetivo de modernizar la agricultura, la industria, la ciencia y el
ejército. El régimen permitió la llegada de inversiones extranjeras y creó
zonas económicas especiales abiertas a la economía de mercado. Un sistema mixto
que mantenía una estructura socialista con espacios para las relaciones
capitalistas. Pero el crecimiento económico no se vio acompañado por una
apertura política. En 1989, el Gobierno contestó a las manifestaciones y
peticiones de reformas democráticas con la declaración de la ley marcial y una
violenta represión. En la plaza de Tiananmén, los tanques del ejército
aplastaron las voces de los disidentes.
-En 1949, Mao Zedong proclamó la
República Popular China, un inmenso país de más de nueve millones de kilómetros
cuadrados y 22000 kilómetros de frontera terrestre compartidos con catorce
países. A lo largo de su historia, China ha mantenido varios conflictos
fronterizos
motivados por intereses
estratégicos, políticos y económicos. Los contenciosos principales se sitúan en
la frontera con India, la región autónoma del Tíbet, Rusia, Corea del Norte,
Japón y Taiwán, un país que el Gobierno de Pekín no reconoce.